Donar a SimbMund-1331Ocho
Ayúdanos a mantener la web activa, gracias por tu aportación.
La mitología mexica es una extensión del complejo cultural. Antes de llegar los aztecas al valle del Anáhuac, ya existían antiguos cultos y diosas del sol que ellos adoptaron en su afán de adquirir un rostro. Cambiaron sus propios dioses, tratando de colocarlos al mismo nivel de los antiguos dioses del panteón nahua.
De esta manera, los aztecas elevaron sus dioses patronos, Huitzilopochtli y Coatlicue, al nivel de las antiguas deidades creadoras, como Tláloc, Quetzalcóatl y Tezcatlipoca. Los dioses creadores eran en primer lugar, Ometéotl (Ome-dos Teotl- Deidad) el principio de la dualidad creadora que a su vez engendraba en sí mismo como origen y efecto a Ometecutli (Ome-Dos Tecutli-Señor) elemento masculino de origen, y Omecihuatl (Ome-dos Cihuatl-Señora) elemento femenino de origen.
Existe un culto dominante sobre los demás dioses aztecas, este es el de su dios Sol, Huitzilopochtli. Tenía gran importancia para los aztecas ya que estos se consideraban como el pueblo elegido por el Sol, encargados de garantizar su recorrido por el cielo, alimentándolo.
A partir de ellos surgían 4 elementos rectores principales:
- Tezcatlipoca, Señor del espejo negro y Quetzalcóatl Serpiente Emplumada, creadores del mundo.
- Tláloc, Señor del agua y Ehécatl Señor del viento proveedores de la lluvia y de la vida. Otros nombre que se le daban a estos dioses son Tloque Nahuaque, ("El inventor de sí mismo" o "El señor del cerca y junto").
- Después estarían los dioses patronos, que eran los encargados de vigilar a cada pueblo.
- Existían así mismo dioses dedicados a cada profesión y aspecto de la vida. Xipe Tótec, dios del reverdecimiento fue adoptado como el dios de los plateros, Nanahuatzin, de las enfermedades de la piel, Tlazotéotl, diosa del amor físico y de las prostitutas, etc.
Principales Dioses de la mitología Azteca
Tezcatlipoca
Una de las deidades principales y representante del principio de dualidad. Portaba un espejo en el que se reflejaban los hechos de la humanidad. Divinidad aérea y llegó a asociarse posteriormente con la fortuna y con el destino de la nación azteca. La fiesta más importante consagrada a Tezcatlipoca era el Tóxcatl, que se celebraba en el mes quinto.
Quetzalcóatl
“La serpiente emplumada”. Padre de los toltecas. Está relacionado con la enseñanza de las artes y, por tanto, actúa como introductor de la civilización. Sus devotos, para venerarlo, se sacaban sangre de las venas que están debajo de la lengua o detrás de la oreja y untaban con ella la boca de los ídolos. La efusión de sangre sustituía el sacrificio directo.
Tláloc
Dios de la lluvia, casado con Chalchiuhtlicue, diosa del agua, a la que se solía representar con la imagen de una rana, y con la que tuvo muchos hijos: los tlalocas o nubes. Vivía en un paraíso de aguas llamado Tlalocan, donde iban los que habían muerto en inundaciones, fulminados por un rayo o enfermos de hidropesía, que allí disfrutaban de una felicidad eterna. Le ofrecían niños y doncellas en sacrificio. Los campesinos, en previsión de sequías, hacían fabricar ídolos a imagen de Tláloc y los veneraban ofrendándoles maíz y pulque.
Chicomecoátl
La diosa principal de la agricultura, otra forma de la deidad del agua, Chalchiuhtlicue. Su festival se celebraba entre junio y julio, cuando la planta del maíz había madurado completamente.
Cinteotl
Otro dios relacionado con la agricultura, se identificaba con partes del maíz.
Xolotl
Dios del lucero de la tarde, representaba las formas ascendentes y descendentes del fuego. Dios monstruoso, aparece en algunas de sus representaciones con las cuencas de los ojos vacías porque, según la leyenda, al sacrificarse los dioses para dar vida al nuevo Sol, se puso tan triste y lloró tanto que los ojos se le cayeron de las órbitas.
Tlazolteotl
Diosa de la inmundicia, la lujuria y el deseo, absolvía a los fieles de sus faltas o pecados; representaba la basura, el abono y, por tanto, la fecundidad de la tierra.
Mictlantecuhtli
Dios de las tinieblas y la muerte. Vivía en una región del Mictlán, en el Ombligo de la Tierra; a este lugar iban los muertos que no merecían ninguno de los diversos grados de cielos, y su castigo era el tedio.
Widget not in any sidebars
Widget not in any sidebars