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La Masonería
La Masonería no deja indiferente a nadie. El simple hecho de escuchar esta palabra, o conocer a alguien que es masón, provoca una extraña mezcla de sentimientos difíciles de explicar.
Tal vez es la ignorancia, o quizá el no quererse molestar en indagar más en la verdad sobre esta Orden. La realidad es que todavía hay personas que, o bien no conocen nada en absoluto sobre la Masonería, o tienen un concepto negativo de ella.
La Masonería, actualmente, es un punto de encuentro para personas con inquietudes culturales, sociales y espirituales. Es una Orden iniciática, por tanto para ser masón, se precisa pasar por un ritual de iniciación.
En general, casi todas las iniciaciones implican la muerte simbólica en la vida profana para un “renacimiento” en una nueva vida. La Masonería no es distinta en este sentido. Al profano se le hace una serie de pruebas antes de su ingreso en la Orden, para finalmente poder ver la Luz. Esta muerte y renacimiento son obviamente simbólicos.
Los símbolos son una parte esencial en Masonería. No se puede concebir a un masón sin que conozca la simbología masónica. De hecho, cada vez que un masón se reúne en Logia (que en sí misma es otro símbolo), los rituales practicados son recreaciones de pasajes históricos, bíblicos o de leyenda. De estos relatos, los masones deben interpretar sus símbolos para comprender, de forma individual, su significado.
La Escuadra, el Compás y la letra “G”.
El símbolo por excelencia que identifica a La Masonería en el mundo entero es "La Escuadra" y "El Compás", a los cuales se les une la letra “G”.
Antes de entrar a explicar estas “Tres Partes” por separado, aprovechamos para comentar los “Tres Grados Simbólicos de la Masonería” en relación a los sutiles pero fundamentales cambios en su Gráfica, que muchas veces pasan desapercibidos.
Los Grados Simbólicos
Existen tres Grados Simbólicos en la Masonería y cada uno de ellos tiene unas características especiales que se diferencian a su vez en su Símbolo Principal:
- El Primer Grado simbólico de la Masonería, el de Aprendiz, se representa por una escuadra y un compás, donde la escuadra está situada sobre el compás, éste último abierto a 45º.
- El Segundo Grado simbólico de la Masonería, el de Compañero, está representado por la misma escuadra y compás, con la diferencia de que una de las puntas del compás se sitúa sobre la escuadra, quedando la otra punta debajo.
- El Tercer Grado simbólico, el de Maestro, se representa por escuadra y compás, donde éste está encima de la escuadra.
La Escuadra
La escuadra es una herramienta con la que podemos trazar ángulos rectos, es inamovible, y por lo tanto es una herramienta de referencia para conocer si una representación respeta sus proporciones.
La explicación principal de este símbolo es la disciplina. La escuadra nos guía en la rectitud de nuestras acciones cotidianas, y no en vano es ésta la primera enseñanza que debe interpretar un Aprendiz de Masonería (1er grado simbólico).
El Compás
El compás simboliza la igualdad entre las personas, ya que los infinitos puntos que componen el trazado del círculo están todos a la misma distancia de su centro. Por otro lado es un símbolo de libertad, de la que el usuario del compás es dueño, abriendo y cerrando sus puntas desde la nada hasta el todo.
Las referencias de la escuadra son inamovibles, sin embargo en el compás es todo lo contrario. El usuario del compás decide su medida. Un compás es una herramienta que, teóricamente puede trazar círculos desde un punto hasta infinito, si abrimos las puntas del compás a 180º.
Este es el motivo por el que el compás está escondido debajo de la escuadra en el símbolo del primer grado de la Masonería, precisamente para que el Aprendiz de Masón aprenda la rectitud antes de tener plena responsabilidad.
En el segundo grado, al Compañero Masón se le presentan los conocimientos que tendrá que aprender y madurar, y para representarlo, una de las puntas del compás asoma por encima de la escuadra. Y finalmente, el Maestro Masón, poseedor del Conocimiento y de la Razón, sitúa el compás sobre la escuadra, que no le exime de seguir siendo recto en su vida masónica y profana.
La letra “G”
Hay otro símbolo que complementa la escuadra y el compás, y que de hecho en la Masonería Escocesa (Rito Escocés Antiguo y Aceptado) siempre se sitúa en el centro de la escuadra y el compás; la letra "G", la cual puede tener distintos significados:
a/ G = representación de Dios, de un principio creador, de las leyes. Representa también, junto con la escuadra y el compás, las Tres Luces de la Masonería.
b/ G = GADU, no precisamente de dios... más bien se refiere al "Gran Líder" o "Gran Arquitecto del Universo". La masonería americana se encargó de eliminar esa connotación y darle a la G el significado de GOD (en algunos casos).
Originalmente el concepto GADU es una tendencia más filosófica que religiosa, la masonería no es teísta, es más bien panteísta... donde no existen seres imaginarios sino la manifestación universal (dios es lo que ves, la vida es dios) por lo que el gran arquitecto está más cerca a una mariposa o a una nebulosa que a un ser..., pero eso no lo comprende ni comparten las religiones.
c/ G= Gravedad (gravité en francés). Esta teoría parte de la base de que los masones (albañiles en francés) al igual que utilizaban la escuadra para hacer ángulos rectos y el compás para medir y escalar, también utilizaban la plomada para la conseguir la verticalidad de sus trabajos usando la famosa Teoría de la Gravedad de Newton y en lugar de colocar una representación de una plomada, se utilizó la "G", aludiendo a la fuerza de la Gravedad.
Símbolos Masónicos
El Cielo Estrellado
En el techo de la Logia figura un “Cielo Estrellado”, imagen del Infinito y de su manifestación activa en infinitos puntos o centros luminosos, que expresan desde adentro hacia fuera la Luz Latente del Principio Supremo del “Gran Arquitecto del Universo”.
El cielo representa el espacio en el que cada punto es igualmente centro geométrico, origen y finalidad. Su color azul, en contraste con el pavimento, es el ejemplo de la más elevada vibración personal, puesto que está por encima de una simple manifestación, ya que la completa y la corona.
Las Columnas del Templo
En la entrada de las logias se colocan dos columnas que simbolizan las columnas del templo de Salomón. Una de ellas tiene la letra “B”, y la otra la letra “J”. Se pueden observar en muchas imágenes relacionadas con la masonería. Simbolizan dos de las columnas que sostienen el Templo de Salomón. La tercera columna sería el Venerable Maestro de la Logia. Significan también valores como la Sabiduría, la Fuerza y la Belleza.
El Pavimento de Mosaico
El mosaico blanco y negro ocupa la zona central de la Logia, y simboliza la igualdad entre las personas, entre las razas, sugiriendo que se consideren a todos los hombres como hermanos.
El Nivel
Esta herramienta simboliza la igualdad entre todos los masones, así como la igualdad de todas las personas ante la ley. Significa también el respeto hacia la democracia y la libertad.
La Plomada
Nos hace reflexionar sobre nuestros actos y palabras. Invita a saber medir lo que hacemos y decimos, a fin de alcanzar la sabiduría.
El Mallete
Es un símbolo de autoridad. Las tres principales figuras de la Logia, el Venerable Maestro, el Primer Vigilante y el Segundo Vigilante, llevan un mallete como representación del poder que ostentan, cada uno en su responsabilidad. Cuando lo tiene un aprendiz, su significado es distinto, puesto que se utiliza conjuntamente con el cincel para desbastar la piedra bruta.
La Piedra Bruta
Simboliza a la persona que acaba de ingresar en la Masonería, y que viene cargada de imperfecciones del mundo exterior, de la misma forma que una piedra irregular a la que se necesita dar forma para que pueda ser útil en la construcción.
La Piedra Pulida
Simboliza a la persona que ya ha sido perfeccionada.
La Espada Flamígera
Esta espada es una herencia de los Druidas. También es conocida como Espada de Belino, o Espada del Sol. Representa con su forma una dualidad entre el bien y el mal, castigado siempre éste último con el fuego purificador de la conciencia de las personas.
Guantes Blancos
Es un símbolo de pureza, significando que las manos del masón están inmaculadas; no están sucias.
Anillo
En principio, como expresión del simbolismo del círculo, el anillo representaría a la unidad de la Creación como un todo, la eternidad del tiempo cíclico y la plenitud; y también como el Ouroboros, la serpiente o dragón que se devora a sí mismo, evoca una iluminación.
La forma circular del anillo, ya con el símbolo de la escuadra y el compás, significan un compromiso para quien lo porta, una forma de decirle al mundo, “yo soy masón y debo comportarme como tal”.
En todos los relatos grialíticos y de Anillos Mágicos se observa un constante mensaje: “cuando cualquiera de ellos cae en manos equivocadas, conduce al desastre de él que lo porta y de su entorno”.
En este caso estamos ante una situación surgida de una tradición iniciática común en muchas
escuelas, la de poseer una anillo, autodestructivo cuando quien lo posee no es un legítimo masón. El anillo masónico aludiría precisamente a la alianza entre todos los masones de la tierra,
alianza sobre la cual se funda el poder unitivo de la Masonería, unión tan real, como también legitima entre los herederos de los Augustos misterios.
Mandil
El Mandil es un atributo heredado de los gremios de constructores, quienes utilizaban mandiles para transportar las herramientas o piedras.
El Mandil es el emblema del trabajo que redime y fecunda, que regenera y perfecciona las almas, fortaleciendo el cuerpo; nos indica así mismo, que todos nuestros actos deben ser de completa actividad, armonía y laboriosidad.
El Mandil masónico además de ser el símbolo de la inocencia del masón, lo es de su conducta caballeresca, de su determinación de no causar mal moralmente a nadie; también lo es de su indulgencia con la apatía e ignorancia de los hombres, de su perdón benévolo para sus hermanos cuando, consciente o inconscientemente le hacen mal, y de su consagración espiritual a los valores y virtudes para un mejoramiento de la Humanidad, por lo cual el hombre se eleva sobre la bestia y el mundo va hacia adelante por el camino ascendente, hacia su mejor progreso.
El Mandil del Aprendiz es totalmente blanco, símbolo también de pureza.
La Paleta
La Paleta pone el cemento de la fraternidad y difunde el amor fraterno. Sigue siendo un símbolo importante en la unidad masona y de la hermandad entre los hombres.
La Escalera
Es un vínculo entre el Cielo y la tierra, símbolo del progreso Masón. Algunos masones ascienden con los ojos fijos en la meta, pero la mayoría sólo puede ver el peldaño inmediato; a medida que se va fortaleciendo su carácter, los peldaños se vuelven accesibles.
El Sol
Representa la energía masculina, la luz y el color.
La Luna
Simboliza el misterio y la creación.
El Ojo que todo lo ve
Rodeado de luz, se considera a veces como el Dios omnipotente que vigila a toda la humanidad.
La Llave
Representa la verdad, que sólo los elegidos pueden emplear.
Estrella de cinco puntas
Su uso se inició debido a la popularidad de la geometría e incluso, las personas dedicadas a la alquimia lo veían como símbolo de los cinco elementos principales: Fuego, Tierra, Metal, Agua y Madera.
Los masones también interpretan las puntas como las cinco propiedades principales que explican el universo.
Águila Bicéfala
Cada una de las Cabezas del Águila representan el Pasado y el Futuro. También significa el límite entre las dos extremidades del tiempo, donde una cabeza simboliza “el Orden” y la otra “el Avance”.
Ara o Altar Masónico
El Ara o Altar se localiza en el salón de las logias, el cual se usa para ceremonias y ritos masónicos, en los que se realizan juramentos y promesas. Este altar significa el punto de comunión con el “Gran arquitecto del Universo”.
Punto dentro de un círculo
El punto simboliza al individuo y el circulo a las limitaciones que este posee.
Cuando se dibuja entre dos líneas verticales paralelas, una se refiere a “Moisés” y la otra al “Rey Salomón”.
Triple Tau
“Templum Hierosolymoe”, que significa “Templo de Jerusalén”. El triangulo exterior, significa la trinidad humana que comprende el “Cuerpo”, “Alma” y “Espíritu” rodeados por un “Círculo de Protección”.
Todo el conjunto simboliza el “Fallecimiento” y “Renacimiento” en los ritos masónicos.
El Delta
Así llamado al tener la forma de la cuarta letra griega (delta) escrita en mayúscula (Δ).
Su uso como símbolo es común desde la antigüedad. Su forma de triángulo equilátero nos remite al Ternario, es decir, que consta de tres unidades o elementos. Presente en todos los sistemas religiosos y en las escuelas iniciáticas de todas las épocas, tanto de Oriente como de Occidente.
El cristianismo también lo adoptó, transformándolo en la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El Delta Masónico, nos remite a la naturaleza triple de Dios y del hombre: “Alma, Espíritu y Cuerpo”, o “Azufre, Mercurio y Sal”, los tres principios alquímicos que se encuentran en la Cámara de Reflexión.
Asociado al Delta Masónico tenemos la Tetraktys (Τετρακτύς en griego significa “Fundación de Cuatro”), que es la misma delta en la que se incluyen diez puntos ordenados en cuatro hileras, con uno, dos, tres y cuatro puntos en cada fila. De gran importancia para los pitagóricos, los cuales pensaban que todos los misterios de la regeneración humana estaban contenidos en ella. Uno de estos misterios era expresado por medio de la suma de los cuatro primeros números: 1+2+3+4=10, “La Década”, que representa la suma perfección del hombre regenerado.
- El Uno corresponde al “Punto”.
- El Dos a la “Línea”.
- El Tres al “Triángulo”.
- El Cuatro al “Cuadrado” o como defienden los Cabalistas… al “Tetragrama” (הוהי) Yod, Hei, Vav, Hei. (Recordamos que el idioma Hebreo se lee de derecha a izquierda).
Delta con el Tetragrama
Al Delta masónico también se le incorporó el Nombre de Dios (הוהי) Yod, Hei, Vav, Hei, el “Tetragrama”, consolidando aún más, si cabe, la influencia de La Cábala Hebrea en la Orden.
Delta con el Ojo de Horus (Udyat)
Esta variante, omnipresente en la masonería, es de clara inspiración egipcia, aunque los ojos también están presentes en la iconografía cristiana medieval, y en algunas iglesias figuran Deltas rodeados por rayos de luz, con el ojo de Dios en su centro.
El ojo simboliza la fuerza viril que purifica, fecunda o quema al mirar. Cabalistas y alquimistas de todas las épocas han entendido siempre que el Sol (la imagen más universal de Dios) purifica quemando, pero que este mirar es también una fecundación, pues la vista es emisora y designa la virilidad de Dios.
La Colmena
La Colmena es una alegoría de la logia. Ésta significa la obediencia y la colaboración que se evidencia en el trabajo que hacen las abejas, por lo que también puede simbolizar la búsqueda de la excelencia. De hecho, hay ocasiones donde se observa la colmena envuelta por siete abejas, número que tiene un significado especial en los rituales de la masonería.
Otro de los significados de este símbolo, es que se relaciona la jerarquía que hay en la colmena de las abejas con la jerarquización de los diversos elementos que forman parte de la masonería. Incluso también puede significar las unidades, laboriosidad, el procedimiento y el trabajo de las abejas en la colmena, características fundamentales para obtener buenos resultados en la vida.
Piedra Angular
La piedra angular es la base fundamental de los edificios y, por lo mismo, se aplica esta denominación en la masonería a los principios sobre los cuales descansa la Orden. Esta expresión se usa también en sentido figurado y se dice que el Venerable Maestro es la “Piedra Angular” de la logia.
Teorema de Pitágoras
La formación de esta imagen depende de la unión de diversas líneas, ángulos y triángulos que conforman el todo, ya que la masonería se basa en la fraternidad e integridad de sus integrantes, así como la firmeza de sus actividades relacionadas con la caridad y la estabilidad de los fundamentos sobre los cuales de sitúa la sociedad… el amor fraternal y la verdad.
En lo referente al cuadrado más grande, este representa a la base y sostenibilidad, mientras que los cuadrados de cada lado, significan las personas a quienes la providencia ha otorgado bendiciones con diversos medios para transitar los senderos floridos de la vida, en abundancia y facilidad.
Cráneo
En masonería siempre encontraremos el símbolo de la calavera en nuestro paso inicial por la “Cámara de Reflexiones”. La calavera o cráneo humano, generalmente va colocado sobre dos tibias cruzadas, en forma de Cruz de San Andrés, simbolizando que el espíritu tiene el predominio sobre la naturaleza.
El Cráneo o Calavera, simboliza la vanidad, así como la inteligencia humana. También simboliza la profundidad filosófica: “…que este será el fin que tendremos todos”
…y así hacernos reflexionar sobre cómo estamos viviendo y en qué deberíamos mejorar.
El Esqueleto
El esqueleto por su construcción en sí, tiene la capacidad de regeneración parcial. Además de contar con gran dureza pero con flexibilidad, siendo la construcción que sostiene el cuerpo del ser humano, obviamente para ello el esqueleto es complementado con los demás tejidos y órganos anatómicos, pero en realidad el esqueleto es en sí, una construcción perfecta, y es por eso que cada hermano y verdadero masón debe siempre el hacer del esqueleto su ejemplo. Cuando vaya a emprender cualquier actividad en la vida tanto masónica como profana, para que esta sea perfecta como lo es el esqueleto, para así no tener que retroceder en el tiempo a corregir los errores, que por falta de cuidado o de actuar incorrectamente, lo obligarán a enmendar sus equivocaciones.
“El esqueleto le indica al candidato que ha de estar dispuesto a llegar hasta la realidad última de las cosas, y posteriormente nos dice que el esqueleto es el conjunto arquitectónico que ha sido imaginado por el “Gran Arquitecto del Universo” y el aspirante deberá imitarlo en sus construcciones humanas”.
La Logia
En una primera definición simple, la Logia no es ni más ni menos que un recinto decorado y amueblado según el rito masónico que allí se practique. Puede tener varios colores, columnas, estatuas, cuadros, estandartes, banderas. No hay dos logias iguales, y sin embargo todas son similares, pues siguen idénticos patrones que marca el Ritual. Cuando hablamos de Ritual, nos referimos al “Libro” o “Guía” que recoge los estándares masónicos que tiene que seguir la Logia, así como las leyendas, historias y símbolos que recrean los masones durante la celebración de sus reuniones, denominadas “Tenidas”.
El Rito más extendido en España, USA e Iberoamérica es el Rito Escocés Antiguo y Aceptado (R:. E:. A:. A:.). Los dos colores que más resaltan en las decoraciones de estas Logias son el rojo y el dorado.
Las Logias están concebidas como una sala rectangular con una entrada en uno de sus lados más cortos. Junto a la sala principal, hay siempre al menos una sala más, de muy reducido tamaño, denominada “Cámara de Reflexiones”, y que se utiliza durante los rituales de “Iniciación”, “Elevación” o “Exaltación”.
Las Logias son en realidad un espacio para iniciados. De hecho, la propia Logia es previamente “preparada” para poderse realizar trabajos en ella. Normalmente el Gran Maestro de la Obediencia y sus Grandes Oficiales consagran la Logia (crean el espacio) e instalan a su Venerable Maestro para que los masones puedan reunirse. Una logia no está limitada al espacio físico donde se ubica hoy; mañana puede estar en otro lugar y seguir siendo la misma Logia.
Una logia consta de al menos 7 maestros. Cuando es de menos de siete se le considera Triángulo y no es propiamente una Logia. El número de Maestros masones que puede integrar una Logia puede variar entre 7 y 25. A partir de esta cifra, lo normal es que se acuerde una escisión de esa Logia para formar otra.
Las figuras principales de la Logia son el Venerable Maestro, el Primer Vigilante y el Segundo Vigilante (las Tres Luces de la Logia).
El Venerable Maestro se coloca en el Este, de donde sale el Sol, es decir de donde viene la Luz, la Sabiduría. El Primer Vigilante y el Segundo Vigilante se colocan en el lado opuesto, en Occidente (Oeste).
El Venerable Maestro es el Presidente de la Logia. Lidera los trabajos rituales, gobierna la Logia, y está capacitado para iniciar profanos.
El Primer Vigilante es el siguiente en rango; es el responsable de los masones que han alcanzado el grado de Maestro y Compañero, y se encarga de su formación masónica y de la dirección de sus trabajos.
De igual forma, el Segundo Vigilante, el tercero en rango, se responsabiliza de los Aprendices de Masonería; es una de las tareas más delicadas, pues tiene que motivar a los masones recién incorporados a que profundicen en la simbología masónica y saquen sus propias conclusiones, al tiempo que les forma en la práctica de los rituales.
En los trabajos masónicos nada se deja al azar. Cada reunión tiene un orden del día y un programa. Los masones practican sus rituales, realizan trabajo administrativo y en el rito Escocés incluso exponen trabajos, llamados “Planchas”. Estos trabajos consisten en la redacción de un texto sobre tema libre, normalmente sobre simbolismo masónico, historia, arte, ciencia, etc. que se lee en voz alta y es posteriormente debatido.
En cada “Tenida”, uno de los principales puntos del día es el denominado “Saco de Beneficencia”, que no ni más ni menos que la circulación de una bolsa donde cada masón introduce una cantidad voluntaria de dinero que después se destina a la Caridad.
Como resumen, “La Logia” simboliza el espacio donde un grupo de personas pueden practicar la fraternidad.
La Cámara de Reflexiones
La cámara de reflexiones es un elemento único de la Masonería en la cual, el aspirante, entra al “Tempus” (o tiempo de reflexión). Esto representa una pausa simbólica para la vida del iniciado, ya que por un tiempo indefinido se encontrará fuera de tiempo y espacio. Supone oportunidad para establecer un balance existencial sobre su vida, que influenciará futuras decisiones. Así como también aprender a suprimir las pasiones que lo sometan.
Una vez dentro de la Cámara, el iniciado tiene la responsabilidad de asimilar el compromiso que se le exhorta al practicar esta actividad, es decir… reflexionar sobre su pasado, presente y futuro.
En “La Cámara de Reflexiones” se encuentran una serie de símbolos, como:
- La sigla V.I.T.R.I.O.L. (en latín), procedente de la tradición y escuela alquímica.
“Visita Interiora Terrae Rectificatur Invenies Ocultum Lápidum”
…cuya traducción es:
“Visita el Interior de la Tierra y Rectificando, Encontrarás la Piedra Oculta”
- Tres recipientes que contienen azufre, mercurio y sal. (los tres principios alquímicos).
- Una jarra de agua.
- Un trozo de pan.
- Un cráneo
- Un Esqueleto o Huesos de Esqueletos.
- La figura de un Gallo.
- Un Reloj de Arena.
- Numerosos letreros donde se le dice que se vaya de ese lugar, como por ejemplo:
SI TIENES MIEDO O TIEMBLAS ANTE LA VERDAD…
ABANDONA ESTE RECINTO.
--o--
SI ERES DÉBIL O NO TIENES VOLUNTAD RETIRATE…
AUN ES TIEMPO.
Cada elemento tiene un sentido alquímico que simboliza el conocimiento de sí mismo y el poder de la transformación. Así, el candidato tiene que morir para que simbólicamente pueda nacer como un nuevo masón. Por lo tanto… “Esta Cámara es la Puerta de Entrada a la Masonería”.
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Símbolos de la Masonería
Los Grados de la Masonería
- Grados Primero al Séptimo - Los siete obstáculos para la iniciación.
- Grados Octavo al Decimosexto - Las cualidades del Iniciado.
- Grados Decimoséptimo al Vigesimosegundo - Los Misterios Menores.
- Grados Vigesimotercero al Vigesimoquinto - El Iniciado.
- Grados Vigesimosexto al Trigesimoprimero - La culminación de los Misterios Menores, el pasaje de la Luna al Sol.
- Grado Trigesimosegundo - El Santo Grial o El Sol en el Corazón.
- Grado Trigesimotercero - Los Misterios Mayores.
LOS SIETE OBSTÁCULOS PARA LA INICIACIÓN
Grados Primero al Séptimo
Un gran combate está por librarse pero tendrá lugar dentro de nosotros mismos. Es la Gran Batalla que menciona el Bhagavad Gita y la Gran Guerra Santa de la que habla el Corán. El esfuerzo debe ser hecho ahora por cada uno: es la Ley de la Vida.
Grado 1º.
La Soberbia del Saber Profano.
¿Que representa esto? La dama rechaza al caballero arrodillado con un fuerte puntapié y él, en el interín, ha volcado su copa.
Ella es la Sabiduría Tradicional, la Iniciación misma que rechaza al racionalista que se le acerca henchido de soberbia y de saber profano.
Él tiene un libro en la mano, al que sostiene con cuidado pues cree que su tesoro es la ciencia vulgar y materialista pero ha desdeñado lo más valioso, volcando la copa que contiene el néctar de la Sabiduría Espiritual. Su orgullo y suficiencia lo pierden y descalifican. Cree saberlo todo y en realidad lo ignora todo. Su humildad es fingida y aun cuando implora de rodillas él es bruscamente rechazado. Nadie engaña a Dama Sabiduría y ella sabe que él ha derramado el néctar de la inmortalidad, negándose a conocerse a sí mismo. Esto último le inspira mucho temor a tal sujeto pues le horroriza enfrentarse a sus múltiples flaquezas. No es más que un usurpador burlado y que se aferra a la letra que mata, rechazando e ignorando al espíritu que vivifica.
Grado 2º.
La Autodestrucción del Necio.
Sin duda aquí nos vemos frente a un suicida, pero no en el sentido ordinario del término. Este hombre sacrifica a su naturaleza superior, ignorándola pues para él su naturaleza inferior es todo lo que cuenta. Desdeña lo mejor de sí mismo para atender solo a sus necesidades materiales y a sus vicios. Posterga el llamado del espíritu para acudir presuroso al de la materia. Su actitud se resume en dos palabras: NECEDAD y NEGLIGENCIA. Se engaña a sí mismo diciendo, a veces, que más adelante cambiará de actitud, pero ni él cree esto. Su vida se disipa y transcurre en pequeñeces sin emprender la búsqueda de lo verdaderamente grande. Esto por cuanto es un ser pequeño que solo se ocupa de lo más bajo de su persona. Su voluntad y deseos no van más allá de lo material. Su hora no ha llegado todavía.
Grado 3º.
La Avaricia Egoista.
Henos aquí frente a un avaro, esclavo de los bienes materiales.
Su expresión refleja la miseria de su alma. "Donde está su tesoro allí está su corazón". También él niega las posibilidades superiores de su naturaleza humana, las que en realidad no le preocupan en lo más mínimo. Ni este triste personaje ni el anterior poseen la virtud de la Paciencia. Esto es lo que permite al iniciado soportar el peso del mundo sin desmoronarse. La Caridad también es ajena a su alma codiciosa. En él solo hay MATERIALISMO y CEGUERA a ultranza.
Ignora este personaje que la materia es solo materia, pues él se halla prisionero de la ilusión, lo que le impide iniciar el sendero de retorno a la verdadera patria del hombre. Los falsos valores oscurecen su pensamiento y hacen sombrío su semblante. Rechaza la verdadera vida y acumula lo que le hace morir, lo que le asfixia.
Que bien haría este hombre en reflexionar las palabras que pronunció Sócrates en el mercado de Atenas: "¡Cuantas cosas hay aquí que no preciso!"
Por ello es necesario desembarazarse, despojarse de los metales viles para entrar al Templo a buscar el oro espiritual. Solo venciendo la codicia de bienes materiales, la avaricia sórdida se puede transmutar en gloria espiritual. La verdadera y más elevada alquimia, es la que produce el oro filosófico y no el oro vil. Esta Alquimia le es comunicada al discípulo digno cuando el Maestro lo ve preparado para ello. Sin duda por esto es que los Grandes Maestros son comparados, en la Tradición Esotérica, a montañas de oro que esclarecen al mundo entero. Pero su transmutación es interior. La materia de sus cuerpos físico y sutiles se torna primero materia gloriosa (Esha - o Kalyani - Prakriti) y luego materia divina (Dalvi - Prakriti).
Grado 4º.
Las Falsedades de la Religión Organizada, Ignorancia, Fanatismo y Superstición.
He aquí al pequeño idólatra fanático que se cree dueño de la verdad. Él se aferra a sus creencias y sectarismos sin querer ir más lejos. El solamente cree pero no sabe. Bueno sería que supiera que solo cree, en vez de tontamente, solo creer que sabe. Pues quien en realidad sabe, no necesita creer. La creencia y la ignorancia son hermanas inseparables. Jamás comprenderá un ser tan limitado, ni lo necio de sus dogmas ni tampoco que existen verdades y órdenes de la realidad más elevados y que se le escapan completamente. Vive prisionero de su credo, como en una casa sin ventanas. La sabiduría y la Iniciación no se han hecho para él. Su actitud deforma su mente y lo torna esclavo de los falsarios los que, revistiendo pretendida autoridad espiritual, solo aspiran en realidad al poder temporal. Dejémosle en paz con sus falsas y limitadas doctrinas con las que pretende poseer la verdad total y definitiva. Es un ciego que no quiere y no puede ver. Mal podría apercibirse de los signos que Dios ha puesto en el mundo, pues con Salustio cabe afirmar "El mundo es un objeto simbólico". De hecho es menester coincidir además con Jules Le Bêle en cuanto que cada objeto manifestado es un signo natural y sensible de una verdad en el orden metafísico.
Pero nada de esto es para los idólatras fanáticos. Quien tiene demasiada fijación y confianza en sus propias ideas, cualesquiera que éstas sean, está incapacitado para descubrir la verdad. Bien afirmaba Antonio Porchia "Si yo fuera como una roca y no como una nube, mi pensar, que es como el viento, me abandonaría".
Pero tal vez lo más terrible es lo que se representa claramente en este relieve de la Catedral de Metz. Se trata de la idea pequeña y despreciable de Dios que tienen estos fanáticos. Su concepción es tan grosera y mezquina que en realidad ya no adoran a un dios sino a un demonio.
Grado 5º.
Vanidad y Limitación Mental.
He aquí reflejados a los vanidosos contentos y satisfechos consigo mismos, pues piensan que todo lo tienen, saben y parecen y no aspiran a nada más. Son, por todo esto, ciertamente tontos y generalmente de atrevida ignorancia e insoportable compañía en la Vía Iniciática. Todo lo discuten y rechazan, pues pretenden reducir la vida entera a los estrechos moldes de su estupidez. El Maestro debe cerrarles el paso con singular energía pues solo lograrán profanar el santuario y perturbar a los demás neófitos.
Todo aprendizaje es un acto de humildad y quien carece de esta virtud, no logrará adelantar un solo paso en el sendero. A los tontos de todo tipo hay que descorazonarlos desde un comienzo y con ello se les hace un bien. Jamás se logrará hacer de ellos auténticos iniciados sino a lo sumo mediocres envanecidos. El vanidoso se mira a sí mismo en el espejo de la vida (speculum, de ahí proviene speculare, especular). Prefiere esto a contemplar el Universo. Si se observara para conocerse se hallaría en la buena senda. Pero solo lo hace para vanagloriarse, en estúpido e injustificado acto de auto admiración.
Grado 6º.
La Cobardía.
El mundo está lleno de cobardes y la Iniciación es solo para los valientes y decididos.
Muchos se jactan de su empuje pero terminan como el caballero del relieve, quien deja caer su espada y huye ante la aparición de un conejo. Son las dudas invisibles que asaltan al profano y aún al iniciado, las que constituyen el segundo guardián del umbral, aún más terrible que el primero. Los temerosos no nos sirven en la Vía Iniciática, puesto que, prisioneros de sus miedos, son incapaces de afrontar el menor riesgo aun cuando antes alardean de sus futuras e hipotéticas hazañas. Sus miedos son de muchos tipos. Miedo a perder posición o ventajas materiales. Miedo a perder prestigio en cualquier terreno. Miedo a la mala suerte. Pero los peores miedos son los que se generan en tontas e irracionales creencias de tipo religioso (miedo al demonio, al infierno y a la condenación, al pecado, al Santo Oficio y demás frailes).
Es fácil hacer desistir a este tipo de gente. Bastan unas pequeñas pruebas iniciáticas para que huyan aterrorizados. Y es mejor que así lo hagan, dejando de abrigar ilusiones falsas sobre su propio valor y valer. Es mejor repetirlo para dejarlo en claro: no basta poseer espada para ser un auténtico caballero. Bien repiten los iniciados sufíes que "Aquel que aspira al cielo y teme al infierno es incapaz de la menor realización en el orden iniciático".
Grado 7º.
Torpeza, Indolencia y Haraganería.
He aquí a los incompetentes, indolentes, letárgicos y descuidados. Son incapaces de desarrollar un esfuerzo prolongado. La vida misma pronto los aparta naturalmente del sendero Iniciático. No es necesario que nadie haga o diga nada al respecto. Estos seres carecen de motivaciones reales y pronto olvidan sus buenos propósitos, los que son meramente declamatorios.
Pero aquí hay un símbolo a destacar. El caballero y el caballo están ambos dormidos. El caballo es un símbolo tradicional de la naturaleza inferior e instintiva del ser humano, de la Prakriti como se la denomina en los textos sagrados de la India. El jinete dormido, símbolo de la naturaleza superior que aún no reclama su Divina Herencia, hace que este símbolo se asemeje al ya visto en el segundo grado. No hay búsqueda en cuanto a lo más elevado a que puede aspirar el ser humano. Pero el caballo dormido indica que tampoco hay voluntad de búsqueda de lo material, incluso del propio sustento. Se trata simplemente de indolencia y pereza en todos los órdenes de la existencia.
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LAS CUALIDADES DEL INICIADO
Grados Octavo al Decimosexto
Grado 8º.
La Rama Seca.
La rama seca es símbolo iniciático de regeneración.
Muerto a una etapa vital (está seca, no muerta), se prepara para renacer en otra, en virtud de su vida interior. Simboliza la materia a divinizar, la entrada en la comunidad iniciática a través de pruebas purificatorias, tanto simbólicas como reales. En tal sentido, tiene relación con el Primer Guardián del Umbral. Sus hojas han caído, lo que tiene relación con el despojamiento de los metales. Alquímicamente corresponde a la putrefactio y a la nigredo (la Obra al Negro, primera etapa de la Gran Obra alquímica). Es la noche oscura del alma a la que se refiere Juan de la Cruz.
La vida está latente, inmanente, con todas sus posibilidades pero no hay ninguna exteriorización (Pravritti en la terminología sánscrita). Todo el proceso es interior y esto debe comprenderlo bien el iniciado. Es necesario tornarse hacia adentro (Nivritti) en la quietud de las meditaciones y en la contemplación de los símbolos. Es el retorno hacia sí mismo, imprescindible para entrar de lleno en la Vía Iniciática. La apariencia externa es de muerte y así el iniciado debe desear aparecer como la nada ante los ojos de los demás ("Luz en el Sendero").
Aquí todo es desolación y los vanidosos y superficiales pronto se desanimarán y querrán buscar otros caminos. La rama seca es el símbolo del ser humano aislado en el universo por la ilusión de la dualidad, quien no ha percibido aún los nexos invisibles entre los múltiples aspectos y fragmentos de la Vida Una, entre los seres y las cosas, entre la coherencia del pensamiento y las posibilidades superiores de conocimiento. El aspirante da sus primeros pasos, se encamina lentamente, pero aún le queda un largo camino para que pueda percibir el Todo en el Todo, como decían los antiguos. Rama seca y materia a divinizar son nociones paralelas que ofrecen una clave y abren una puerta.
He aquí pues un primer símbolo verdaderamente anagógico, de acuerdo a la clasificación vista antes.
GRADO 9º.
El águila o la Intuición de la Luz.
Aquí se encierran múltiples significados, algunos evidentes, otros recónditos. El águila es ante todo signo de elevación y por ende de Espiritualidad. Ave solar por excelencia, representa al neófito o recién iniciado que comienza a alcanzar nuevas alturas y perspectivas metafísicas. En él nace la intuición intelectual, aún incipiente, que lo conduce lenta y gradualmente a la percepción directa de la verdad. Se abren para él nuevas modalidades superiores de Existencia, Conocimiento y Dicha (SAT - CHIT - ANANDA), que antes le eran por completo desconocidas. Esto nos quita de los ojos la venda fatal del error (ver grabado) o sea, la ceguera enraizada en la ignorancia, el fanatismo y la superstición. Esta ignorancia es la causa de todos nuestros males y sufrimientos.
Así el águila se torna símbolo de SABIDURIA y de CONOCIMIENTO ESPIRITUAL. Recordemos que la Sabiduría no es el saber ordinario, sino mucho más: es la fusión entre el Amor que sabe y el Saber que ama.
La venda ha caído y nuestros ojos, cegados por las tinieblas del mundo exterior, han visto la LUZ. Ha comenzado la Aurora del Conocimiento.
Grado 10º.
El toro Alado.
El toro es símbolo tradicional de potencia, fogosidad y fertilidad, por ende de pasiones. Aquí el toro descansa y le han surgido alas. Las pasiones se han controlado (descanso) y sublimado (alas). Pero el toro conserva un pie en la tierra. Él no ha perdido el contacto con lo terrenal o sea que el Iniciado no ha dejado de ser un ser humano. Conserva el contacto con la realidad y la solidez del buen sentido. Es símbolo de FUERZA y VIGOR armoniosamente controlados y dirigidos. El toro dormido alude a la guna o cualidad tamas de nuestra naturaleza inferior, la que corresponde a inercia, pesadez, y abandono. Pero, al mismo tiempo, el símbolo sugiere la necesidad de conservar el equilibrio y la calma, llevados y motivados por una aspiración de orden más elevado (representada por las alas).
Ligado al signo zodiacal de Tauro, supone conservar siempre en la vida el buen sentido práctico. Este buen sentido nos quita las falsas ilusiones que vendan nuestros ojos. Una cualidad a desarrollar aquí junto con la fuerza y vigor es la tenacidad. Solo así podremos construir acabadamente nuestro templo interior, enfrentando sin desmayos cuantas dificultades se presenten en la empresa.
Con calma, tesón y alegría se llevan a cabo las grandes empresas y, lo que es mucho más importante aún, al tornarse el ser humano por completo sincero e no egoísta, sacraliza todas sus acciones. He aquí una muy importante clave para descubrir el secreto de los constructores iniciados de antaño. Y aún hay más pues de este modo se descubre la verdad oculta que hay en las palabras de LAO- TSE. "En manos del hombre correcto, el medio incorrecto se vuelve correcto; en manos del hombre incorrecto, el medio correcto se vuelve incorrecto".
Grado 11.
Las Máscaras o la Dualidad.
Fig. 11-1
El ser humano vive sometido al conflicto de los opuestos o juego de las dualidades, cosa que le ocasiona permanente conflicto y sufrimiento. Es la lucha permanente entre la alegría y la pena, el placer y el dolor, lo atractivo y lo repulsivo, el amor y el odio (Ver Fig. 11-1). Durante ese tiempo el individuo se halla desestabilizado interiormente y es presa de emociones negativas.
La calma se recobra al lograr la síntesis o equilibrio de los opuestos, trascendiendo las dualidades al lograr la UNIDAD. Cesa la agitación debido a que se logra la comprensión primero por obra de la voluntad y luego desde un estado de conciencia más elevado. Sin embargo debe subrayarse que la UNIDAD no es propiamente un resultado del esfuerzo sino un DON DE LO ALTO. Este sin embargo requiere un arduo trabajo preparatorio. Sería tonto pensar que las altas metas espirituales pueden alcanzarse con solo unos pocos minutos diarios de esfuerzo. La clave de tal trabajo preparatorio es siempre LA MEDITACION junto a disciplinas complementarias como ser Mantras. Todo lo demás llega a ser secundario cuando no superfluo o absurdo.
La individualidad (o aspecto superior de nuestra naturaleza humana) se debe afirmar en detrimento de la personalidad (aspecto externo e inferior de nuestra naturaleza). Las emociones deben ser controladas (Fig. 11-2).
Nótese en esta segunda figura que ya no aparecen los vientos que simbolizan la tormenta interior generada por las pasiones, la agitación, la ira y otras emociones. Estas se han calmado y surge como consecuencia un estado interior de paz (Shanti), calma y ecuanimidad (Samatwa).
En la Fig. 11-3 el personaje eleva ambas máscaras. La expresión del rostro ahora refleja equilibrio y autocontrol. El simbolismo es claro: se trata de lograr y mantener la paz interior (Shanti) elevando la conciencia y practicando la ecuanimidad (Samatwa). Esto se logra por medio de la práctica asidua de la MEDITACION (Dhyana). Nótese que ahora la expresión de ambas máscaras es mucho más placentera.
En la Fig. 11-4 ambas máscaras se hallan no solamente elevadas sino también en cierta relación geométrica con el rostro del personaje. Aquí hay un antiguo secreto expresado geométricamente. Los tres rostros se hallan alineados y hay una relación de distancias basadas en la llamada "divina proporción" (o sección áurea). La distancia de la máscara de la derecha al rostro del personaje es a la distancia (mayor) de la otra máscara al rostro como la proporción de esta última distancia a la distancia total entre ambas máscaras. Esta DIVINA PROPORCION, tan usada por los artistas de todos los tiempos, es símbolo aquí de BELLEZA y ARMONIA. Estas se logran, precisamente, por la elevación de la conciencia, lo que armoniza la personalidad. Nótese que la máscara (en latín "persona") alude directamente a la personalidad o modalidad aparente y externa del Ser o individualidad (Atma) que es la chispa divina encarnada.
Grado 12º.
El Dragón o el Primer Guardián del Ubral.
Debe recordarse que en muy diversas tradiciones, los dragones y los toros son animales con los que combaten los héroes solares (es decir los iniciados): Sigfrido, Mitra, Hércules, Jasón, Horus, Apolo... El dragón es un tetramorfo (al igual que la esfinge que es otro símbolo de aparición frecuente). Alude normalmente a los cuatro elementos (aire-alas, agua-cola, fuego-llamas, patas con garras-tierra) y, por ende, a la purificación por tales cuatro elementos. Este proceso es normal en la Vía Iniciática. El dragón es símbolo de nuestra naturaleza inferior (Prakriti), que debe ser vencida y dominada pero no muerta, para que sobrevenga el reinado del espíritu (Purusha).
En síntesis, el dragón es símbolo de purificación. A este dragón lo hemos fabricado nosotros mismos a lo largo de los eones. Hablando impropiamente, son los efectos kármicos acumulados. Para seguir adelante, debemos acometer la terrible lucha con este dragón que nos cierra la puerta hacia la caverna donde se halla el Tesoro de los Tesoros. Y como nuevos Sigfridos, debemos bañarnos en la sangre del dragón Pfafnir tras vencerlo y así estar libre el camino hacia el tesoro de los Nibelungos, oculto en el seno de la tierra, es decir en nosotros mismos. Y se debe recordar las palabras de Luz en el Sendero: "Para que el alma pueda alzarse en presencia de los Maestros, es necesario que los pies se hayan bañado en la sangre del corazón".
Grado 13º.
El Delfín.
El delfín representa una nueva etapa o condición material (o gúnica) deseable, que se debe adquirir primero para superarla después. Esto puede leerse en el Srimad Bhagavad Gita, donde Srí Krishna afirma: "No seas trigúnico, oh Arjuna".
El delfín corresponde a la cualidad o guna Sattwa que equivale a ritmo, armonía y gracia. Es menester aclarar brevemente esto pues el símbolo indica la necesidad de armonización interior con el infinito, equilibrando los ritmos personales con las vibraciones del cosmos. Esto supone una formación cosmológica que permita al Iniciado vivir en paz con la vida.
No olvidemos además, que el Delfín ha sido desde siempre considerado el rey de los peces y próximo al hombre por sus facultades. De él se afirma que cruza las aguas, yendo directamente a su meta, sin extraviarse en caminos sin salida ni dejarse desviar por corrientes traicioneras. Así el Iniciado debe tener clara su meta y su firme voluntad no le permite desviarse de la senda ni malgastarse en pequeñeces.
Afirman las sagas del mar que el delfín ayuda a los náufragos a llegar a la playa salvándolos así de una muerte segura. Es pues este que nos ocupa un símbolo del Maestro y de la voluntad de servicio fraternal al mundo tanto en el orden espiritual como en el material, cosa que debe ser la cualidad permanente y distintiva del Iniciado.
Grado 14º.
La Paloma.
Aquí el simbolismo es claro, la paloma con el olivo representa al alma en paz. Ninguna turbulencia propia del mundo profano debe perturbar esa paz profunda, esa calma interior tan necesaria al iniciado como la vista al pintor. La paloma también indica el camino del retorno al hogar o sea, la senda de reintegración o Vía Iniciática.
También es el símbolo de la Gracia Divina que nos llega para darnos nueva fuerza y vigor (El Atma-Shakti de la tradición hindú). El motivo simbólico que nos ocupa, aparece claramente expresado en el "Relato del Grial" aria de la ópera Lohengrin de Richard Wagner. Por último, la paloma mira hacia atrás. Esto resalta la necesidad de ser tan mansos como precavidos. Lo dice bien el Evangelio: "Sed mansos como palomas pero astutos como serpientes", aun cuando muchos frailes prefieren ser mansos como serpientes y astutos como palomas.
Grado 15º.
El Elefante.
Se afirma que el elefante nunca olvida y es por ello símbolo por excelencia de la experiencia y la prudencia. Por su carácter pacífico se lo asocia naturalmente a la reflexión prolongada. En consecuencia es el símbolo del Pandit. Así se denominaba en la India antaño al sabio que había quemado las pasiones en el fuego del entendimiento. El elefante es símbolo de paciencia e inteligencia receptiva. Como recuerda cuanto le acontece, se lo asocia simbólicamente con la Omnisciencia o, al menos, la adquisición de grandes conocimientos. Es así un Sabio, un Gnani y esto también tiene relación simbólica con sus grandes orejas (pues sabe escuchar y nunca olvida. Cualidades que son absolutamente deseables para un auténtico iniciado. Libre de turbulencias internas y externas, el deber esforzarse por aprender y retener cuanto le sea posible, esforzándose más y más en captar el sentido último de la existencia humana.
La oreja es también símbolo de la transmisión iniciática dado que se hace esta de boca a oído. Las grandes orejas representan pues aquí la avidez del discípulo por escuchar en silencio las palabras del Maestro.
Grado 16º.
La Serpiente o la Iinteligencia Activa.
La serpiente es un símbolo polivalente por excelencia. Representa tanto al Mal como a la Sabiduría, tanto al Abismo como a la Inteligencia activa. Es por ello que hay que ser prudente y evitar aquí interpretaciones apresuradas.
El hombre y la serpiente representan por lo general el duelo de la fuerza y la inteligencia contra la materia (Leyendas de Jasón y Medea, Adán y Eva). Aquí el hombre doblega a la materia. Es un simbolismo análogo al del cincel y el mazo actuando sobre la piedra bruta. La inteligencia supone aquí una apertura al verdadero conocimiento.
Esta apertura corresponde a un renacimiento iniciático (simbolizado por la muda de piel de la serpiente). En otro nivel más elevado de interpretación, el hombre capta la Serpiente Cósmica. Esta (al igual que el Sutra-Atma, el alma-hilo de los hindúes) representa la Omnipresencia del Ser Supremo en cada átomo de la Creación (así como el hilo se inserta y recorre cada cuenta de un collar o rosario).
La experiencia iniciática correspondiente a este hecho es la Unidad (o bien Visión Beatífica, como a veces se la llama). Además, la serpiente dominada representa, como se ha dicho, la inteligencia activa y la tranquilidad afable del hombre, el que se halla libre de veneno (odios, rencor, celos, intolerancia fanática).
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LOS MISTERIOS MENORES
Grados decimoséptimo al vigésimo segundo
Grado 17º.
La Temperancia.
Aquí tenemos por lo menos dos niveles de significación. Uno se refiere al orden ético-moral de la vida. Alude a la sobriedad y mesura que deben practicar los seres razonables. Es bien conocido esto debido a que corresponde a uno de los arcanos del Tarot.
Pero la temperancia se refiere a mucho más que el mero comer y beber y el control de las pasiones y apetitos en general. Supone en rigor, introducir el espíritu en la materia para dominar a ésta. Naturalmente esto tiene muchas implicaciones pues supone el completo dominio de nuestras reacciones ante cualquier tipo de estímulos tanto externos como internos. Supone la trascendencia del existir, manteniéndonos ecuánimes y serenos ante la pena y la alegría, el amor y el odio a nivel humano, el honor y el deshonor, el placer y el dolor, la fama y la ignominia.
Pero hay otro nivel de significación mucho más recóndito que hace a la energía de la vida y su transmutación, lo que justamente está indicado en el transvase de una copa a la otra. Esto alude a la transmutación de la energía sexual en energía espiritual, lo que permite no solo ascender a muy elevados niveles de conciencia sino además, llegar a la completa realización espiritual en los Misterios Menores.
No olvidemos que esta transmutación que mencionamos es lo que los Maestros hindúes denominan el despertar de la diosa Kundalini en el Chakra básico o de la espina dorsal (Muladhara) Para una exposición completa de las posibilidades que esto brinda nos remitimos a las obras de Arthur Avalon (Sir John Woodroffe) y, especialmente, al libro "Kundalini" del Pandit Gopi Krishna.
Grado 18º. El Pelícano.
Fe, Esperanza y Caridad.
El pelícano es un símbolo que se halla con frecuencia, tanto en las Ordenes Esotéricas como en las iglesias católicas. Esto último no es extraño, pues a nivel religioso es el símbolo de Cristo. Esto por cuanto la leyenda narra que el pelícano puede llegar, por su amor paternal, a alimentar a sus hijos con su propia carne en caso de necesidad.
Así lo vemos representado por ejemplo en un hermoso vitral de la catedral de la Plata.
En un nivel más recóndito, aparece en la Masonería de Rito Escocés, en el Grado 18º. Digo recóndito pero no iniciático, dado que esa Masonería carece de transmisión espiritual efectiva siendo por tanto pura y exclusivamente simbólica en sus ceremonias, cuando no se transforma pura y exclusivamente en una parodia de espiritualidad.
En las catedrales como aquí se suele representar al pelicano con tres polluelos o crías que suelen asociarse a las virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad. En el símbolo del Rito Escocés, ya mencionado, los polluelos son siete, suma de los tres anteriores y de los que representan a las cuatro virtudes cardinales: Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza.
El pelicano, en suma, es símbolo de voluntad activa del bien que se expresa en acciones justas y perfectas. He aquí un gran secreto iniciático que desarrollaremos en seguida, secreto que desde la antigüedad fue enseñado en los Santuarios de Egipto, de la India, de Persia, de Crotona y de Grecia.
Pero antes de referirnos a este secreto, debemos ahondar en lo relativo al simbolismo del pelicano. Afirma la leyenda citada que cuando alimenta a sus polluelos con su propia carne, de su corazón mana sangre y agua, símbolos tradicionales de purificación, regeneración y nueva vida iniciática.
Aquí resulta indispensable o casi, citar los versos de Antonio Machado:
"Anoche cuando dormía
soñé, curiosa ilusión,
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Di por que acequia escondida,
agua fluyes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí..."
El símbolo tradicional del pelícano ha sobrevivido a los siglos. En el antiguo Egipto aparece representando a Osiris. En el imperio medio egipcio, se grababan sobre los sarcófagos, las palabras de los hierofantes en cuanto se identificaban con el pelícano, que nutre a su cría con su propia carne
La idea básica que a nivel tropológico transmite este símbolo es la del altruismo. Pero va esto mucho más lejos y he aquí el secreto al que aludíamos antes, pues se inserta en la ciencia de las acciones perfectas (llamada Naishkarmya por los Maestros hindúes).
Tras desarrollar perfecta ecuanimidad interior (Samatwa) que posibilita al dominio de las emociones conduce a la síntesis de los opuestos, el aspirante debe investigar la verdad con mente desapasionada y justa, trascendiendo penas y alegrías, placer y dolor, atracción y repulsión, y eliminando las causas del dolor y el sufrimiento: la ignorancia, el deseo pasional, la cólera, la codicia, la envidia.
El paso siguiente está precisamente simbolizado por el pelícano y consta de dos fases o componentes esenciales para el logro de las acciones perfectas, logro que es verdaderamente supremo (como se lo señala Sri Krishna a Arjuna en el Bhagavad Gita).
Estas dos componentes son el no egoísmo (Samnyasa) y la renuncia a los frutos de la acción que deben ser entregados como ofrenda a la Divinidad (Tyaga). Vale la pena analizar brevemente estos aspectos esenciales pues solo así quedamos desligados de los frutos de las acciones de acuerdo a la enseñanza de los más excelsos Maestros Espirituales. El Samnyasa significa completo desapego mental de todos los objetos, posesiones y actos de la vida, para ofrecerlos como ofrenda a la Divinidad.
Es el ejecutar cada acción en forma no egoísta, plena y espontánea sin pensar en resultados o recompensas. El Tyaga es la ofrenda de los frutos de la acción y del esfuerzo realizado a la Divinidad. Es la renuncia a los beneficios logrados y la entrega total de estos y del propio ser a la Divinidad en forma voluntaria y consciente.
No supone en forma alguna caer en la inacción y en la inercia. Por el contrario la Enseñanza indica que todos los seres deben emplear al máximo su voluntad, talentos y energías para progresar tanto en el orden espiritual como materialmente. Esto conserva el necesario equilibrio en la existencia.
La misma doctrina aparece en el Taoísmo y vale la pena recordar aquí las palabras de Lao-Tse: "Crear sin poseer, trabajar sin retener, producir sin dominar".
LOS MODOS DE DAR
Grados Decimonoveno la Vigésimosegundo.
Grado 19º.
"Hace falta algo más, tú has recogido, ahora tienes que sembrar". He aquí planteado el problema de los modos de dar y de sembrar.
Los cuatro personajes de que nos ocuparemos representan, no solamente modos de dar (al enseñar, transmitiendo la doctrina esotérica tradicional), sino también el «dar en general», es decir los modos y maneras de practicar la caridad.
El primer personaje revela despreocupación e irresponsabilidad. Su actitud es negligente, por cuanto no se preocupa debidamente de que el precioso tesoro que él recibió, llegue a quienes debe llegar. Olvida que, en presencia de ciertas personas es un deber saber callar.
Quienes no están calificados, en nada aprovechan la sabiduría que en ellos se derrocha y desprecian con insolencia tanto a esta como a quien les quiere enseñar.
La actitud indolente y descuidada revela además incoherencia en la expresión. No llega a cumplir su cometido pues no es comprendido en buena parte por su propia culpa.
Grado 20º.
El segundo personaje sostiene al ánfora de otra manera. Ha logrado el punto de apoyo, pero hay demasiada rigidez en su actitud. Aquí la idea simbolizada es más clara, se trata de la transmisión literal y rígida, sin haber captado la plenitud y riqueza de los contenidos espirituales y significados simbólicos.
Una vez más hay que repetir que no debe uno adherirse a la letra que mata, sino al espíritu que vivifica. A pesar, además de haber logrado un punto de apoyo, sigue siendo negligente la actitud, pues el personaje no observa a quien ni a dónde va a parar el mensaje de naturaleza trascendental que él imparte.
Su lección es rígida y carece de flexibilidad para pronunciar la palabra justa en el momento justo. No hay amplitud de criterio y, de este modo, tarde o temprano se cae en el dogmatismo fanático. Nunca va a permitir a otros superarlo ni aprender o discurrir aquello que está más allá de sus propios alcances y puntos de vista.
Grado 21º.
El tercer personaje domina evidentemente el ánfora y la maneja con soltura. Pero en él tampoco hay amor y en nada se preocupa en cuanto quienes van a recibir lo que él dispensa.
Demasiado seguro de sí mismo, su transmisión se efectúa sin humildad, puesto que se considera único e irremplazable. No procura, en consecuencia, hacerse entender puesto que no se molesta en descender hasta las posibilidades de comprensión de los demás.
Grado 22º.
El cuarto personaje nos muestra la actitud justa y perfecta. En él hay sabiduría, pues ésta es el saber que ama y el amor que sabe. Todo en él revela una preocupación inmensa por que el mensaje llegue a quienes tiene que llegar y sea plenamente comprendido. Es la transmisión con el espíritu de la Sabiduría de las edades, el Rahasya (Secreto) de los maestros hindúes, que acompaña siempre a Diksha (la Iniciación), la enseñanza secreta, que es inseparable de la transmisión de la influencia espiritual que es la esencia de la iniciación.
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EL INICIADO
Grados vigésimo tercero al vigésimo quinto
Grado 23º.
El Primer León, Orgullo Castigado.
La soberbia nos puede perder, al hacernos tomar la parte por el todo y lo menor por lo mayor.
Desgraciado aquel que pretende un día que su fragmento de verdad es el conocimiento absoluto. Como el león de la imagen, él también quedará literalmente malparado, solo y sin apoyo, con los pies en el aire. Descubrirá así que su sabiduría no era tan grande y que aún le restaba mucho por aprender.
Debemos comprender que cuanto más se sabe, mayores son las responsabilidades y menor el derecho a vanagloriarse. Nada es más fácil que caer cuando se llega a un lugar elevado y, como bien dice "Luz en el Sendero", "El hombre que se cree justo, se prepara un lecho de cieno".
Grado 24º.
El León Aladao.
«Recuerda hijo de la Tierra que la luz de los Misterios es un fluido terrible puesto por la Naturaleza al servicio de la voluntad. Ella alumbra a quienes saben dirigirla y fulmina a los que ignoran su poder o abusan de ella».
Estas palabras de un hermetista, se aplican al caso que nos ocupa. De nuevo se reitera que quien más alto sube, de más alto puede caer. Es una ley oculta de la vida que la responsabilidad y los efectos kármicos no son los mismos para el sabio que para el ignorante.
Este segundo león es muy diferente del que analizamos en el grado anterior. El león alado que ahora vemos, ha encontrado el equilibrio entre el cielo y la tierra que al otro le faltaba, y todo en él es fuerza y vigor. Esto porque ha caído de sus ojos la banda fatal de los errores que lo cegaban, en particular el del orgullo. Ahora el león se transforma en portador de un mensaje severo para el Iniciado, que es el que ya hemos visto. Su rol es alejar de nuestra conciencia toda idea malsana, todo egoísmo disolvente, todo pensamiento destructivo, toda soberbia separativa y absurda.
Grado 25º.
La Contemplación interior de lo divino.
El hombre con los ojos vendados simboliza la contemplación interior de lo divino. La actitud de la figura es la de bendecir o consagrar. Tiene los ojos vendados y su semblante refleja paz y armonía. Nada precisa buscar fuera de sí, pues sabe que la Verdad se halla en su corazón.
Esto hace recordar al Maestro Lao-Tse cuando decía "Sin mirar las ventanas se pueden conocer las sendas del cielo". Sirve el símbolo para resaltar la importancia central que tiene la práctica de la meditación. De ella no se puede prescindir desde el comienzo mismo de la Vía Iniciática. El problema reside en que se requiere recibir instrucción al respecto de un verdadero Maestro pues muchos irresponsables enseñan esta disciplina de manera falsa y perjudicial para el que la práctica.
Como ejemplo mencionaré aquello de poner la mente en blanco, producto de la fantasía y la incomprensión de falsos instructores. En realidad en este símbolo hay además alusión a otra disciplina que es la práctica de Amor Universal.
El sabio lo es por haber conocido su propia realidad interior. De ella emana su luz, su fuerza, su grandeza y el valor de sus enseñanzas. Y para citar a otro Iniciado y poeta, recordemos a San Juan de la Cruz: "Olvido de lo creado,..., atención a lo interior y estarse amando al Amado".
Recalco aquí lo de "olvido de lo creado' .Esto se halla simbolizado por la venda en los ojos, pero no es indiferencia ni insensibilidad hacia el prójimo, como lo prueba la actitud de bendecir en la figura. Es recogimiento interior en la disciplina espiritual, la que comienza por irradiar amor a todos los seres y al Universo en su totalidad.
A esta altura conviene plantear una cuestión doctrinal de la mayor importancia, debido a la confusión que reina respecto a los roles que juegan por un lado la devoción (o bhakti) y por otro la iniciación (o diksha).
La devoción o bhakti no es otra cosa que la culminación natural de la experiencia religiosa. Es la vía pasiva de realización espiritual que se conoce actualmente con el nombre de misticismo. Es vía pasiva, pues supone la entrega total del propio ser a Dios, movido por la devoción y el amor. La meta u objetivo de la vía religiosa y mística es la denominada salvación que, por supuesto, nada tiene que ver con lo que suponen muchos idólatras ingenuos.
La salvación desde un punto de vista tradicional es simplemente la prolongación post-mortem de los estados personales para poder permanecer en la denominada "corriente de las formas", en condiciones más ventajosas, tanto en los planos sutiles como en el retorno al mundo físico. A esto apuntan también los ritos funerarios de las diferentes sectas religiosas.
La liberación (Moksha o Mukti) es, en cambio, el objetivo natural de la Vía Activa o Iniciática, compuesta de DIKSHA (Iniciación) y SADHANA (disciplina espiritual). La Liberación significa salir de la corriente de las formas por medio del acceso a estados supra personales que no pueden situarse ni en el espacio ni en el tiempo.
Naturalmente esta es la Enseñanza Tradicional Esotérica, repartida en los Santuarios Iniciáticos desde la más remota antigüedad. Debe destacarse empero que la Liberación no supone un final ni es un estado límite.
Es simplemente una etapa en el Brahma-Samipya o aproximación indefinida al Parabrahman, el Dios del Universo a través de estados del Ser de siempre creciente gloria espiritual. Este es el camino de la Vía Iniciática denominado en sánscrito el devayana o "sendero de los dioses". El camino propio de la vía pasiva o religioso-mística, es el pitriyana o "sendero de los lares, el que no rebasa los límites de la corriente de las formas.
El problema medular que se plantea aquí es el siguiente: ¿Se puede recorrer el devayana, sin apego devocional que recaiga en una forma religiosa tradicional? La respuesta de la doctrina tradicional es categóricamente negativa.
No solamente se requiere la devoción, sino que ésta debe cumplir con exigencias bien determinadas, so pena de resultar infructuosos los esfuerzos del aspirante.
Este desde luego, es un tema cuya respuesta satisfactoria y completa exigiría escribir un libro entero. Sin pretender agotar el tema, digamos aquí lo siguiente: La componente devocional o bhakti, debe existir y manifestarse, principalmente en dos formas.
El aspirante debe cotidianamente entregarse a la Divinidad, no importa cuál sea el nombre que le dé, adorándola como ser interno y esencia de la vida, entronizada en la cámara etérica de su propio corazón. Este sometimiento consciente a la Voluntad Divina es el paso previo esencial para vencer el posesivismo y la separatividad egoístas (ElSwarta Dosha de que nos hablan los maestros hindúes).
El segundo punto esencial que aquí resumo brevemente, es la manera de adorar a Dios en las formas de meditación conocidas como: Saguna y Suddha -Dhyana (la anteriormente mencionada es la denominada Nirguna-Dhyana). Este es el misterio de la Shakti o personificación femenina del poder de Dios como Madre Divina. Ningún iniciado puede desconocer esta Ley en el orden metafísico en cuanto que la adoración a Dios debe siempre efectuarse concibiéndolo como inseparablemente unido a su Shakti o Poder, so pena de fracasar en la empresa.
Como resulta casi obvio concretizar la idea de la Shakti a nivel de personalización en la figura de la Madre Divina, pues ello estimula y facilita la devoción, esto surge de modo diríamos espontáneo como manera de alcanzar las altas metas espirituales.
Hasta aquí lo que es verdadero a nivel devocional.
Lo que es absoluta y completamente falso es que sea necesario revestir esa componente de bhakti con formas rituales pertenecientes a determinada tradición religiosa.
Esto último resulta incluso contraproducente pues ahora el esfuerzo del aspirante en pos de la Verdad se puede ver ahogado en los estrechos moldes del sectarismo dogmático.
Naturalmente quienes hacen circular este tipo de doctrinas tienen normalmente sus intereses proselitistas (por lo que no es casual que se expresen de este modo).
Cabe decir incluso algo más de estas personificaciones de aspectos abstractos de la Divinidad a lo largo de los siglos. Hemos mencionado a la Shakti hindú, personificación como Madre Divina del Poder de Dios. En el Islam, los sufíes personifican el Conocimiento Trascendental, beatífico y embriagante, con el nombre femenino de Laila o a veces de Salma.
Ya en el antiguo Egipto la diosa Maat, personificaba a la Verdad y a la Justicia. Y en la Iglesia Católica es fácil observar en un marco puramente exotérico la deificación progresiva de la Virgen María, que pasa de ignota servidora del Señor y de estar reñida con su propio hijo (según consta en los Evangelios si se los lee con atención y discernimiento) a ser reina y señora de toda la Creación.
Para esto hay indudablemente buenas razones psicológicas.
La enorme mayoría de los seres humanos son totalmente incapaces de concebir una idea abstracta y menos aún pueden experimentar devoción por ella, lo que supone un grado considerable de refinamiento mental y espiritual. Al adoptar la noción abstracta una forma personal y concreta, todo se simplifica y la dificultad desaparece.
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LA CULMINACION DE LOS MISTERIOS MENORES EL PASAJE DE LA LUNA AL SOL
Grados vigésimo sexto al trigésimo primero
Grado 26º.
La Luna o la Receptividad Consciente.
En este estadio, como en otros posteriores, nos ocuparemos del simbolismo de la Luna y el Sol. Astrológicamente, la Luna representa entre otras analogías alma, emoción, receptividad, sentimientos e instintos.
Claramente se simboliza aquí al sujetar el hombre a la Luna que él ya ha logrado dominarse. Las alas indican la elevación interior ya alcanzada. Es el logro de la "Maitrisse de soi" como bien dicen los franceses, la maestría o dominio de sí mismo, de la propia personalidad y emociones. No se trata de negarlas, pero sí de colocarlas en el justo lugar que les corresponden. Nótese que algunas formas de actividad a las que el vulgo supone de muy elevado nivel, recaen dentro de la esfera lunar y no más alto.
Como bien señala René Guénon, en "El Reino de la Cantidad y los Signos de los Tiempos", una de las características de nuestra época es la absoluta confusión que existe entre lo que es propio de la verdadera espiritualidad e intelectualidad y lo que es meramente psíquico. Esto último, por su naturaleza, hace a la esfera de lo lunar. Esto, en contraposición con lo solar, que es lo auténticamente espiritual e iniciático.
Es sabido además que, a nivel astrológico, la Luna indica siempre lo masivo, el grupo humano desprovisto de especial calificación y cualidad, en particular en lo tocante a lo esotérico y tradicional. En contraposición, el Sol aparece representando a la élite de los iniciados desde este punto de vista que nos ocupa.
Grado 27º.
La Guía de la Deidad Interior.
Aquí se produce el pasaje del Iniciado de un mundo a otro muy distinto. Nótese que aquí el Sol y la Luna han permutado sus posiciones tradicionales (como también ocurría con la Luna en el Grado 26). No se refieren pues a la figura sino al lector o espectador, es decir que se transmite un mensaje. Aquí la Luna se halla más alta y el Sol está a su mismo nivel. Con esto se alude a purificación y elevación de emociones y sentimientos.
Obsérvese que la Luna sigue sujeta, no así el Sol. Este no está sujeto sino que, por el contarlo, el hombre está sujeto de él y de ahí pende. La Luna representa al alma y el Sol al espíritu, la chispa divina o mónada eterna (Atma en sánscrito). Obsérvese cuidadosamente la posición de los dedos colocados hacia lo alto.
Es la actitud del hierofante, el que recibe así energía espiritual y física de planos más elevados. La mitad inferior del cuerpo no ha sido representada en forma deliberada. La naturaleza inferior ya no cuenta al entrar de lleno en la vida del espíritu (Purusha), estando totalmente controlados los impulsos inferiores.
Grado 28º.
La Espada o el Poder de la Palabra.
"Word is a sword": La palabra es una espada. Hace recordar el símbolo al aria de Rigoletto "Parí siamo: ío la lingua, tu il pugnale". La espada es símbolo del Verbo, del poder sagrado de la palabra.
Una espada sale de la boca del Cordero en el Apocalipsis. En el Islam algunos imanes tienen una espada en la mano durante su prédica. La espada, además tiene un simbolismo axial, como eje del mundo. Esto es a nivel macro-cósmico.
A nivel micro-cósmico, es decir en el ser humano, la espada representa el hallazgo del equilibrio interior perfecto y, por ende, del poder que ello supone, el que deriva de la justicia y de la justeza de todos los actos.
Supone el símbolo en definitiva, la capacidad de decisión y el poder juzgar. Por último, la espada representa tradicionalmente al VALOR y CORAJE. Sin ellos el individuo no avanza por sí mismo en la búsqueda de la Verdad sino que se aferra a las muletas de los dogmas y creencias, recayendo en la ignorancia, el fanatismo y la superstición.
Grado 29º.
El Águila o la Realeza Celeste.
El águila es símbolo tradicional de la realeza y elevación y así se la considera a la vez ave celeste y solar. Es a menudo la imagen del elevarse por encima de las nubes y representaba, en consecuencia, la visión de Dios y, en general, la Teofanía para el simbolismo esotérico medieval. A esto se alude en la leyenda que narra que el águila puede mirar al sol de frente sin parpadear.
El águila, por lo visto, tiene una connotación de grandeza y, por tanto de soledad. La lección aquí contenida es que el Iniciado no debe perder de vista su rango espiritual. Para ello debe evitar ocuparse de asuntos mezquinos y de pequeñeces.
Con dignidad, pero sin vanidad, debe guardar el lugar que le corresponde aun cuando ello suponga que algunos se alejen de él.
Aquí se encierra una lección de severidad y firmeza pues él debe elevar su conciencia a Dios con la energía y la velocidad del águila, olvidando los asuntos terrenales y materiales.
A nivel metafísico el águila corresponde a la fuerza, a una nueva fuerza que se manifiesta en este nivel en el Iniciado. Es el poder del Ser Interno, el Atma-Shakti.
El simbolismo del águila no es el único con esta última significación, pues es conocido el símbolo del grano de mostaza, de cebada o de mijo, que se halla tanto en los Evangelios como en los Upanishads hindúes. No es posible extenderse más aquí al respecto.
Grado 30º.
El Fénix o el Fuego Purificador.
El fénix es símbolo de inmortalidad pero este concepto merece y exige ser precisado pues normalmente se lo entiende mal. Por inmortalidad se suele interpretar vivir en una sucesión temporal indefinida cuando en realidad se trata de nacer a lo atemporal, a lo eterno que está fuera del tiempo y de la corriente de las formas a la que nos referíamos antes. Como el pelícano, el fénix es un símbolo tradicional y universal Se lo encuentra en Egipto, en Grecia, en Islam, en China y en el medioevo europeo. Aquí al fénix se lo asocia al fuego, de acuerdo a la leyenda según la cual esta ave fabulosa renace de sus cenizas. Naturalmente, esto alude a la Iniciación, que purifica y regenera a la naturaleza, a través de la muerte y el renacimiento.
La sigla asociada al fénix es INRI (Igne natura renovabitur integra: el fuego renueva por entero a la naturaleza) que coincide con la sigla que aparece en la cruz a nivel religioso exotérico. Se han ofrecido en la literatura esotérica muchas otras explicaciones de este símbolo, pero rara vez se plantea la cuestión en los términos siguientes.
El fénix corresponde al preludio de una vivencia interior suprema, de una experiencia iniciática elevadísima que es el contacto átmico, y a la que nos hemos referido antes. Esto significa que el aspirante se prepara para pronto alcanzar la comunicación o contacto de su conciencia ordinaria con la Fuente de Dicha Infinita que es la Conciencia Universal entronizada en la cámara etérica del corazón. Solo en ese momento comprenderá cuál es su verdadero ser, cual es la esencia y gloria de su vida y que esta es inmortal, sin edad, eterna. Es el tomar contacto con la llama interior (el Yoti) de que hablan los Maestros hindúes y a la que también se refiere Juan de la Cruz (la Llama de Amor Vivo).
Es este Fuego el que renueva la naturaleza por entero. Basta por cierto esta vivencia de dicha y gloria, infinitas e inefables para comprender que la muerte es una mentira y un imposible, pues morir en un plano de existencia equivale indefectiblemente a renacer en otro. La Suprema Experiencia vital se halla ya próxima.
Se completa con el fénix la trilogía de las aves (recordar a la paloma y el águila). Este tríptico hace recordar a otro análogo en los Misterios de Mitra, donde los Iniciados eran denominados Águilas, Halcones y Cuervos. Asimismo en algunos rituales del Grado 32 de la Masonería se menciona al cuervo, al fénix y a la paloma.
Grado 31º.
El Ángel.
El ángel simboliza tanto la ayuda de Dios que desciende sobre nosotros como al hombre que se eleva impulsado por sus aspiraciones espirituales. Con el ángel se completa un ciclo formado además por el águila, el toro y el león alado. A esto se le denomina un tetramorfo (ya mencionado en el Grado Duodécimo), y se conserva hoy, en el simbolismo de las órdenes iniciáticas, a veces unificando todo en una sola figura. Un ejemplo común de un tetramorfo unificado de esta manera lo constituye la esfinge, con cabeza de hombre, alas de águila, garras de león y cuerpo de toro. Vale la pena ahora, al completar el ciclo mencionado, describir con algún detalle este importante simbolismo.
Debe mencionarse, por ejemplo, que el tetramorfo tiene relación con la sagrada Tetractys de los pitagóricos. Esto es evidente pues existe una correspondencia entre los elementos de una y otra forma simbólica que es la siguiente: El hombre o el ángel corresponde al espíritu creador, representado por el uno. El toro corresponde a la materia y por extensión al reino de las dualidades (simbolizado por el dos). El águila a la unión del espíritu y la materia, síntesis de los opuestos y resolución de las dualidades en un nivel más alto (representado por el tres). El león a la forma manifestada (representada por el cuatro). En síntesis, y sin detenernos aquí en otros temas de interés (Ver. las correspondencias astrológicas del tetramorfo), digamos que este guarda estrecha relación con el precepto rigurosamente observado por los Iniciados en todos los tiempos y lugares:
SABER, QUERER, OSAR, CALLAR
El hombre sabe por su inteligencia, debe querer con su voluntad (León), debe osar con valor y audacia (águila) y permanecer silencioso con fuerza (toro).
En el símbolo que nos ocupa hay un detalle de gran importancia que debe ser mencionado. El ángel trae un mensaje, una Buena Nueva, anunciando el hecho maravilloso que pronto ha de tener lugar. Siempre el ángel simboliza lo que viene de lo Alto, de lo Invisible, la Gracia de Dios. La Obra al Blanco (albedo) alquímica ya está completada. Se anuncia así la tercera y última etapa de la Gran Obra Interior.
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El Santo Gríal o, El Sol en el corazón.
Grado 32º.
La expresión del Iniciado refleja su divino e inefable éxtasis.
La rubedo (Obra al rojo) se ha alcanzado y esto completa el ciclo de la Gran Obra interior.
He aquí el secreto de nuestra Divina Herencia que es el contacto con la Fuente de Dicha Infinita, la Esencia de nuestra vida y la Gloria de nuestra alma.
Radiante como muchos soles mora un fragmento de Dios, de la Conciencia Universal en el Akasha o cámara etérica secreta de nuestro corazón.
No en vano afirmaba Jesús «Yo os digo: Dioses sois».
La PIEDRA FILOSOFAL no nos lleva al oro vil sino al ORO FILOSOFICO.
Los antiguos Maestros decían crípticamente que los hombres que alcanzaban los Grandes Misterios veían el sol a mediodía, en medio de las más densas tinieblas. Para ellos la noche era tan luminosa como el día. La explicación es que, precisamente, veían el Sol Divino en su propio corazón y este Sol jamás se pone. Es bueno repensar esto en relación a la tradición polar hiperbórea...
Esto y no otra cosa es lo que buscaban los caballeros medievales con el nombre del SANTO GRIAL.
Obsérvese que aquí el Sol refulge en el centro del pecho sobre el corazón. El Yo Superior (Atma), es otra denominación para Dios allí presente en nuestro corazón.
Es lo divino en nosotros, simbolizado antes por el IOD y ahora por la letra G en la estrella flamígera, símbolo micro cósmico o sea del ser humano. La letra G corresponde al Santo Grial (y no a cien otras interpretaciones dictadas por la fantasía y el desconocimiento completo de la Tradición Esotérica).
Nótese que en este Grado la figura tiene alas. Es, como ya se indicó, el símbolo tanto de la espiritualización de la existencia del Iniciado como del amor y el sentimiento de protección compasiva hacia todos los seres.
En el simbolismo del ala, se compara al Maestro o a las deidades con la gallina que, con sus alas, da refugio y protección a los polluelos.
Y podemos citar aquí a los bellísimos versos de Antonio Machado:
"Anoche cuando dormía
soñé, curiosa ilusión,
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
.....................
Anoche cuando dormía
soñé, curiosa ilusión,
que era a Dios a quien tenía
dentro de mi corazón".
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LOS MISTERIOS MAYORES
Grado 33º.
La Rama Seca Florecida. La Comunidad de los Maestros de la Orden de Melquisedec. El Cuerpo de Gloria.
En este último Grado se inician los Misterios Mayores y se retoma el tema de la rama seca con el que comenzaban los Misterios Menores (Grado Octavo).
Aquí empero la rama ha plenamente florecido y dado frutos. El simbolismo tiene distintos niveles de interpretación y es recóndito. Pero se aclara inmediatamente si tenemos en cuenta lo escrito en la Regla 21 de la primera parte de "Luz en el Sendero": "Busca la flor que debe abrirse durante el silencio que sigue a la tormenta y no antes. La planta crecerá y se desarrollará, echará ramas y hojas y formará capullos en tanto que continúa la tempestad y dura el combate.
Pero mientras la personalidad toda del hombre no se haya disuelto y desvanecido; mientras que el divino fragmento que lo ha creado no la considere como mero instrumento de experimentación y experiencia; mientras la naturaleza toda no esté vencida y se halle subyugada por su Yo Superior, no puede abrirse la flor.
Entonces sobrevendrá una calma como la que en los países tropicales sucede a una lluvia torrencial, cuando la naturaleza obra con tanta rapidez que puede verse su accionar. Una paz semejante se difundirá sobre el ánimo fatigado". La metáfora es exactamente la misma.
La rama seca florecida corresponde a algo muy oculto que es la experiencia de la conciencia funcionando en el Anandamaya Kosha (o cuerpo de gloria), el más sutil y elevado de los cinco cuerpos o vehículos del ser humano. Este cuerpo se va formando progresivamente al ingresar la mónada o Atma en el reino humano, por un proceso de alquimia interior. Este último transmuta la materia ordinaria en materia divina (daivi prakriti), la que posibilita este género de experiencias inefables.
A partir de esta vivencia, el aspirante pasa a formar parte de la Comunidad de los auténticos Maestros espirituales, con la que entra naturalmente en contacto.
El ser humano llega así a ser más que eso y se prepara para nuevas experiencias que tendrán lugar ya a nivel supra personal hasta abandonar por último la corriente de las formas (o sea el proceso de manifestación material.
Análogo símbolo hallamos en "Tannhäuser", la célebre ópera de Richard Wagner. Tannhäuser, tras acudir a Roma en peregrinaje, no obtiene el perdón del Papa. Pero su báculo florece para indicar que Dios si lo ha perdonado.
Es esencial señalar que en la Biblia (Antiguo Testamento), figura este mismo simbolismo con la significación que corresponde a este ciclo. En Números 17 leemos que cuando Jehová quiso elegir Sumo Sacerdote hizo que la vara seca presentada por Aarón diera yemas y flores y produjera almendras. Así se manifestó al pueblo que Aarón debía ser el elegido por su elevación espiritual: él había alcanzado el rango de sacerdote de la Orden de Melquisedec, o sea el pertenecer a la Jerarquía Espiritual que gobierna al mundo. Esto es, por cierto, el Misterio de los Misterios (como atinadamente lo denominó Ferdinand Ossendowski).
Vale la pena buscar en el Antiguo y Nuevo Testamento las referencias a Melquisedec, Rey de Salem, Sumo Sacerdote del Dios Altísimo para siempre, sin padre ni madre, ni genealogía conocida. Véase al respecto Génesis, Cap. 14, el Salmo 110, (109 en algunas versiones) y San Pablo, Epístola a los Hebreos, 7.
Las sectas religiosas guardan el mayor de los silencios sobre este Misterio y se limitan a comentar que es insólito que las Escrituras aclaren que Melquisedec no posee antepasados. El Misterio se aclara, sin embargo, si reflexionamos cuidadosamente sobre lo que afirma la Tradición Esotérica al respecto. Vale la pena referirse a
René Guénon, "El Rey del Mundo", Cap. VI. Melquisedec es idéntico al Sanat-Kumara, el Logos Terrestre y el rango de su sacerdocio es mucho más elevado que el del Viejo o el del Nuevo Testamento pues pertenece por excelencia y en el más alto nivel al Orden Iniciático, mientras que aquellos solamente corresponden a sectas religiosas exotéricas.
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Muy bien esta instrucción gracias QH
gracias
Si en el grado 33 se inician los misterios mayores… ¿Cuáles serían los siguientes grados?.
De antemano, muchas gracias por la redacción.
.:Δ:.
Excelente información para el crecimiento masónico Gracias y saludos
Gracias, Gracias, Gracias, Namasté
Gracias por todo el conocimiento y la información que comparten.
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MELQUISEDEC ERA REY DE SALEM, LUEGO JERUSALEM Y SU PADRE SE LLAMABA ADONIAS, MAS INFO, LEER EL ROLLO