Érase una vez un sueño que nunca pudo cumplirse porque la estrella de la que dependía… se apagó.
Él siempre creyó en sus palabras:
“Mientras queden estrellas… podemos seguir pidiendo deseos”
Y precisamente eso fue lo que ocurrió, se apagaron las estrellas por culpa de sus mentiras. La noche ya nunca más se iluminaría.
— ¿Qué quieres? —simplemente pregunté.
— No quiero nada. No te preocupes —contestó.
Yo sé que no siempre es necesario, pero a veces me gustaría saber por qué. No creo que pida mucho. Solo un “¿por qué”, porque entre mis innumerables defectos se encuentra el que no poseo el don de la adivinación. No soy adivino y no sé lo que pasa por la cabeza de esas personas que simplemente dicen que no pasa nada y desaparecen sin dar ninguna explicación y luego se hacen las mártires renegando de su vida y de su infelicidad. Quien sabe… a lo mejor hasta eso también es mentira y simplemente viven de dar pena.
Esto pretendía ser un cuento sobre un sueño que nunca pudo cumplirse y ni siquiera eso se va a cumplir. Así que me ahorro eso de “y fueron felices…” porque no lo fueron. También me ahorro eso de “colorín colorado…” porque el cuento nunca acabó. Simplemente no existió como “ese sueño que nunca se cumplió”
Si alguien lee esto alguna vez… que sea valiente y escriba en los comentarios “ese sueño que nunca se cumplió” porque no nos engañemos, todos tenemos un sueño que nunca se cumplirá.
“Yo sé que no siempre es necesario, pero a veces me gustaría saber por qué”.
«El sueño incumplido» es un texto original de 1331ocho registrado en SafeCreative con el número 1910302357216 y pertenece al Volumen 2 de Pensamientos… que nunca debieron salir de mi cabeza.
Imagen estrellas by: PublicDomainPictures
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El miedo es el responsable de muchos sueños incumplidos.
ese sueño que nunca se cumplió fue por no soportar la mediocridad de la religión